Como cada edición del Camino Javeriano, hay un lema que nos anima. Este año elegimos: “Seamos puente para los demás”.
Todos sabemos que un puente es una construcción que permite unir dos orillas o puntos distantes. Un puente acorta las distancias y acerca. En una guerra es lo que más desea un ejército que avanza y lo primero que destruye una vez que lo cruzó, para que no pase el enemigo.
Los puentes que duran son aquellos que siempre se usan para unir, y se mantienen si no hay enemigos. En la Iglesia lo llamamos al Papa “Pontífice” que quiere decir “Puente”. No es alguien que manda, sino que se pone al servicio en el camino entre Dios y los hombres.
Este no es un título exclusivo del Papa, todos los cristianos somos invitados a ser puente, a unir a los que están separados, a acercar a los que están lejos… Nuestra misión es acercar siempre. Por eso salimos a misionar, a buscar, a invitar. Queremos llevar y acercar la alegría de Jesús a aquellos que no lo conocen o están enojados con la Iglesia, con la vida, consigo mismos.
El Camino Javeriano se propone este año salir al encuentro y ofrecernos para acercar. Por eso queremos ser puente para los demás.