A pesar de la afirmación inicial que indicaba que el accionar de la Gendarmería Nacional en la Municipalidad de Itatí el 14 de febrero pasado, se trató de «una solicitud» y no un allanamiento, el presente documento es prueba fiel que se trató de lo segundo.
La diferencia fundamental radica en que una solicitud puede ser denegada, y no tiene la posibilidad del uso de la fuerza. El allanamiento contempla todos los elementos que obligan a quien la recibe a poner todos los medios a su alcance para cumplir con la medida.
En este caso en el escrito que ofrecemos a nuestros lectores pueden observarse los sellos y membretes oficiales, así como la firma del entonces Juez de la causa, el objetivo concreto tendiente a obtener el legajo del empleado Luís Saucedo, hoy con pedido de captura internacional y sindicado como jefe de una de las bandas de narcotráfico que opera en la localidad correntina. Expresamente se establece el allanamiento, con plazo, sustentado por el soporte legal.
Esta diferenciación que para el ciudadano común puede parecer insignificante denota no solo la gravedad de la situación, que en su momento intentó ser minimizada, sino también un desafío a no dejar caer la noticia que promete cambiar una realidad muchas veces silenciada.
La noticia que hoy indica el secuestro de una camioneta a nombre de la hija detenida del intendente, que la involucra en acciones ilegales, no hace sino renovar la expectativa porque la causa no caiga en el olvido.
