Lo dijo Ramón Almirón, hermano del fallecido Horacio Giménez, quien pereció tras ser ultimado de varios tiros que habrían sido efectuados por el policía Jonatan Miño (foto), quien se encuentra siendo juzgado para esclarecer su responsabilidad ante el homicidio.
Ayer hubo una serie de testimonios importantes en el marco del juicio por el homicidio de Horacio Giménez, ocurrido en enero de 2015, en costas del río Paraná, en Derqui, Empedrado, en el cual se encuentra como acusado Jonatan Miño, un agente policial.
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Tal vez el más importante de los testigos fue Ramón Almirón, hermano del fallecido Giménez quien, además, fue herido en el episodio sangriento que ocurrió cuando éste y el occiso fueron a pescar junto a un tercer hombre, y, durante la tarde-noche, se encontraron con Miño, quien estaba acompañado de otras dos personas.
Debe recordarse que primeramente, hubo un cruce de palabras entre Miño y Giménez, cuando aparentemente el segundo pateó una botella con carnada que llevaban el policía y quienes lo acompañaban.
Giménez y Almirón, antes de ésto, habrían estado tomando cerveza durante varias horas, hasta que el sol bajó. Luego, junto al tercer hombre, de apellido Sánchez Torres, abordaron la canoa. Tras ello se produjo el primer altercado, en el que presuntamente Miño habría dicho que era policía y que estaba armado.
Más tarde, los tres volvieron a encontrarse con el otro bando.
En ese sentido, Almirón dijo que Giménez fue directo hacia Miño sosteniendo un cinto, pero, al ver que este estaba armado, fue en busca de un machete que había en la canoa.
Según Almirón, al volver Giménez hacia donde estaba Miño, éste disparó e hizo que Giménez cayera herido, ante lo cual Almirón se interpuso y fue lesionado de dos balazos, uno impactó en el hombro y otro en zona del estómago, lo que le dejó secuelas de por vida. “Escuché como diez disparos”, sostuvo el testigo, por lo que se puede presumir que los tiros continuaron, a pesar de que Giménez ya estaba totalmente fuera de combate.
Almirón, además, dijo que al momento de interponerse, corrió unos seis u ocho metros, por lo que no había razón para que sigan los disparos contra Giménez, puesto que estaba tirado. “Estaba a un metro y medio de Miño y desde ahí recibió los disparos”, sostuvo Almirón.
Debe recordarse que la versión de los allegados del acusado, es que en realidad Giménez estaba armado con una pistola y que se trató de un enfrentamiento de igual a igual.
Al respecto, fuentes oficiales indicaron que Miño tenía una herida de arma blanca, lo que podría respaldar la versión del hermano del fallecido: que Giménez en realidad tenía un machete.
En ese sentido, otro dato interesante lo aportó el testigo Martín Alfonzo, quien relató que ese día le vendió la cerveza a los hermanos, ya que el tercero que estaba con ellos no estaba bebiendo. Alfonzo confirmó que los dos estuvieron ingiriendo bebidas desde hacía varias horas. Luego de esto, ya en horas de la noche, cerca de las 20, dijo que llegaron los heridos. “Solo Almirón me habló, ya que Giménez estaba casi sin signos vitales y el otro no respondía. Almirón logró decirme: “Me c… a tiros en el río”.
Asimismo, afirmó que después de que vinieron la ambulancia y el patrullero policial, uniformados registraron la canoa frente al testigo, quien sostuvo haber visto un arma calibre 9 milímetros “al lado o dentro de una bota blanca”. En ese sentido, dijo que la Policía, al revisar el arma, habría indicado que todos los cartuchos estaban intactos. Gracias a esta requisa, el testigo supo sobre el arma.
Otra declaración fue la de Víctor Facundo Escalante, quien relató que él vivía cerca del sitio en el que se produjo el altercado verbal entre los protagonistas, pero no conoce personalmente a ninguno de los involucrados. En ese sentido, Escalante dijo que primero vió a tres “turistas” (refiriéndose a foráneos que iban a la zona a pescar de manera deportiva). Uno era un hombre de aproximadamente 60 años, otro de alrededor de 40 y un muchacho de unos 20. Estos eran Miño y compañía. Agregó que vió a los tres cerca de la costa del río. De repente indicó que otros dos llegaron: “uno flaquito y otro gordito”, siendo el primero Giménez y el otro Almirón.
Así es que contó que Giménez discutió con los otros por la carnada que se había caído. En ese momento, presuntamente, el mallonero Giménez le dijo al policía: “Sacá el arma que tenés en tu mochila”, mientras que Almirón intentaba persuadirlo de irse de allí.
Luego de esta discusión, ambos bandos se separaron, y Escalante divisó que “los turistas”, se fueron con dirección al río.
Así las cosas, el 17 de octubre, a las 8, continuará la audiencia y se prevé que el 31 se podrán realizar los alegatos.
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